El Museo del Prado es una de las pinacotecas más importantes del mundo y una de las más visitadas de Europa; en 2016 tuvo nada más y nada menos que ¡más de tres millones de visitantes!
Como casi todos los edificios emblemáticos, sus paredes esconden historias y secretos que nunca conoceremos; sin embargo, sí podemos contaros algunas de las curiosidades que rodean a este carismático edificio, orgullo de todos los madrileños. Si quieres conocerlas, solo tienes que seguir leyendo este post.
¿Por qué se llama Museo del Prado?
El museo se ubica en el Prado de los Jerónimos, un terreno contiguo al Monasterio de los Jerónimos que conformaba el límite oriental de Madrid, de ahí su nombre. Antes de su denominación actual, se llamó Museo Real de Pinturas o Museo Nacional de Pintura y Escultura. En 1920 pasó a llamarse Museo del Prado por decreto ley y desde entonces no ha cambiado de nombre.
¿Cuántas obras contiene?
El Museo del Prado posee la colección de pintura española más completa del mundo, además de obras maestras de pintores como Tiziano, Rubens o Tintoretto.
Se calcula que la colección del museo supera los 35.000 objetos entre más de 8.600 pinturas, más de 10.200 dibujos, 2.155 medallas o más de 971 esculturas.
Un Museo nada público
En sus orígenes no todo el mundo podía entrar al Museo. Al principio solo se podía acceder los miércoles en horario de mañana y exclusivamente aquellos que iban recomendados por alguna personalidad de la corte.
¿Se ha incendiado alguna vez el Museo del Prado?
El proyecto germen del futuro Museo del Prado fue aprobado por Carlos III en 1786 y las obras finalizaron a principios del siglo XIX. El edificio fue utilizado para fines militares durante la Guerra de Independencia y, tras la finalización de la misma, cayó en desuso hasta que Isabel de Braganza, segunda esposa de Fernando VII, volcó sus esfuerzos en recuperarlo. El 16 de noviembre de 1819 se inauguró con el nombre de Museo Real de Pinturas.
Durante el siglo XIX y buena parte del XX el escaso apoyo del Estado precarizó su situación hasta tal punto que parte de los trabajadores vivían en las instalaciones, donde llegaban incluso a encender hogueras para calentarse. Solo un artículo de Mariano de Cavia publicado en la portada de El Liberal del 25 de noviembre de 1891 y en el que se relataba el incendio, ficticio, del Museo sirvió para que Cánovas del Castillo se adoptaran medidas de urgencia. Así que no, nunca se calcinó, pero solo una noticia sobre un fuego falso salvó este precioso edificio.
Pablo Picasso, director del Museo del Prado
El 19 de septiembre de 1936, Manuel Azaña firmó un decreto por el que nombraba al artista director del Museo, aunque nunca tomó posesión efectiva del cargo en el que se mantuvo hasta el final de la Guerra Civil. No fue el único pintor que ostentó este puesto; otros como José de Madrazo o Juan Antonio de Ribera también lo fueron.
El Museo del Prado, cuna de un cómico
Ignacio Fernández, más conocido como Tony Leblanc, nació en una pequeña vivienda situada en el Museo del Prado ya que su padre, del mismo nombre, era conserje de la pinacoteca. Antes de triunfar en el mundo del cine, el actor trabajó como botones del Museo y siempre estuvo muy orgulloso de su vinculación con el Prado.
El Museo del Prado no solo es el hogar de grandes obras maestras de la pintura o la escultura, es también un lugar lleno de historia y testigo de la evolución de Madrid. Y recuerda, si te alojas con nosotros y quieres visitar el Museo, solo está a 20 minutos del Hotel Regente, será uno de los paseos más bonitos que hayas hecho nunca ¡Te esperamos!