La historia de Madrid es apasionante. La ciudad ha sido protagonista de decenas de sucesos históricos que han marcado un antes y un después en el devenir del tiempo, no solo de la capital sino también del país.
Uno de esos episodios fue el levantamiento del 2 de mayo, que surgió como respuesta a la invasión francesa que, con la excusa de ocupar Portugal (aliado de la entonces gran enemiga de Francia, Gran Bretaña), aconteció a principios de 1808.
Los madrileños estamos particularmente orgullosos de este trocito de historia, ya que la revuelta popular que se inició en la capital sirvió de acicate para que el país entero se levantara contra el ejército invasor francés. ¿Quieres saber cómo fue?
Los habitantes de Madrid, guerrilleros espontáneos que defendieron la ciudad con su vida
Todo empezó en la mañana del 2 de mayo de 1808. Sobre las 8,30 horas, dos carruajes salieron del Palacio Real a instancias de Joaquín Murat, Mariscal de Francia y líder de las tropas francesas, que pretendía trasladar a Bayona a los hijos de Carlos IV para que renunciaran al trono.
Fue entonces cuando José Blas de Molina, maestro cerrajero, gritó “¡Que nos lo llevan!” cuando vio al infante Francisco de Paula dentro de uno de los carruajes. Entonces, la ciudadanía asaltó el Palacio, gesto que Murat aprovechó para abrir fuego contra los rebeldes. Ese fue el comienzo del levantamiento popular, que se caracterizó por estar constituido por partidas de barrio de héroes y heroínas anónimos que utilizaban cualquier cosa que se pudiera utilizar como arma (navajas, piedras, agujas de coser…) para repeler a los invasores.
La noticia de lo sucedido en el Palacio Real corrió como la pólvora por la ciudad y los madrileños reaccionaron al unísono, acudiendo a la Puerta del Sol o a la Puerta de Toledo para evitar que el ejército francés partiera en dos a Madrid.
El levantamiento del 2 de mayo, el comienzo de la sublevación nacional
Muchos rebeldes fueron arrestados y, para servir de ejemplo, Murat decidió ajusticiar a todos aquellos que llevaron arma. El 2 de mayo perdieron la vida 32 personas, algunas de ellas en el Salón del Museo del Prado, y al día siguiente fueron fusiladas otras 43 personas. En total, más de 400 personas murieron defendiendo su querida ciudad.
Al contrario de lo esperado, los españoles no se amedrentaron con los fusilamientos, sino que los tomaron como la señal para que comenzara la lucha en todo el país contra el ejército francés, conocida como la Guerra de la Independencia Española, hasta su expulsión total en 1814.
Desde entonces, cada dos de mayo se homenajea a todas las personas que dieron su vida por defender Madrid, además de ser el día que se conmemora el Día de la Comunidad Autónoma. Además, entre los barrios de Malasaña y Conde Duque se celebran las “Fiestas del 2 de mayo” con talleres, juegos infantiles, bailes y conciertos en las plazas del Dos de Mayo, San Ildefonso y Comendadoras.
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