Cuando caminas por Legazpi, salta a la vista un enorme edificio coronado por un enorme tanque de agua. Seguro que ha captado tu atención muchas veces. Hablamos del edificio de Matadero, uno de los centros culturales más conocidos de Madrid. Pero esta no siempre fue su función: en su día, llegó a estar formado por 48 naves y más de 165.000 metros cuadrados. Durante gran parte del siglo XX, realizó funciones de matadero industrial y de mercado de ganado. ¿Pero cuál es su historia?
Finales del siglo XIX. La población de Madrid cada vez era mayor, pero los problemas de higiene y salubridad pública también aumentaban. Para solucionar esto, se decidió construir un gran matadero industrial a las afueras para que abasteciera a toda la ciudad. Se edificó en la dehesa de Arganzuela, una zona por aquel entonces despoblada y fuera del núcleo urbano.
La construcción de Matadero fue toda una odisea. El proceso se alargó hasta cerca de los diecisiete años, debido a un mal cálculo del presupuesto que trastocó todo: de hecho, la cifra inicial (cercana a los nueve millones de pesetas) se triplicó al final. Pero el principal motivo del retraso fue por la escasez de materiales como hierro por culpa de la Primera Guerra Mundial. Es decir, se iba avanzando en la construcción a medida que se conseguían materiales.
Matadero se inauguró oficialmente en 1924, aunque se puso en funcionamiento por partes, poco a poco. Los edificios fueron agrupados en cinco sectores de producción, dirección y administración, matadero, mercado de abastos, mercado de trabajo y sección sanitaria, que contaban además con viviendas para el personal, capilla y sistema de circulaciones y ferrocarril propios. De hecho, la última sección en entrar en funcionamiento no fue hasta 1935, cuando se inauguró el Mercado Central de Frutas y Hortalizas al otro lado de la calle.
Como anécdota, destaca que, durante la Guerra Civil, Matadero se utilizó como depósito de municiones, ya que se encontraba muy cerca de la línea de combate. Finalizado el conflicto armado, Matadero siguió en activo. De sus muros salía el rastro de sangre de los animales, que llegaba hasta la zona de Embajadores que hoy conocemos como El Rastro… ¡Éste es el origen de este mercadillo! Pero ya os contaremos más en otro futuro post.
La decadencia comenzó a partir de los años 70, ya que sus instalaciones empezaron a quedarse obsoletas. En 1973, el Ayuntamiento creó allí lo que hoy conocemos como Mercamadrid. En los 80, se establecieron allí instalaciones municipales como la Junta Municipal de Arganzuela o la Casa del Reloj.
En 1996 acabaron las actividades como matadero para siempre. Pero este final solo era el comienzo de una nueva era. En 2005 se aprobó la reconversión del complejo en un gran centro cultural, ¡exactamente lo que es hoy! Matadero se inauguró como el espacio que conocemos en la actualidad en 2011. Desde entonces, se ha ido ampliando hasta ser la institución de prestigio que es hoy en día. Algunos de los espacios que lo integran son la Cineteca, las Naves Matadero – Centro Internacional de Artes Vivas, Central del Diseño, Factoría Cultural o la Nave de Música.
Hotel Regente se encuentra a apenas 6 paradas de metro: en menos de 15 minutos puedes hacer una excursión y pasar una tarde estupenda disfrutando de su amplia oferta cultural. Porque ya que vienes a Madrid, ¡ven con todas las comodidades!