Eso de que el desayuno es la comida más importante del día lo hemos oído durante toda nuestra vida. Algunos creíamos que era una simple excusa que ponían nuestras madres para que comiéramos más y otros aún consideran que es un mito sin ninguna base.
Para que todos aquellos que se siguen saltando el desayuno, he aquí los motivos para abandonar dicho hábito:
El desayuno es la comida que rompe el ayuno de toda la noche y, por lo tanto, es la comida que proporciona la primera carga de energía de nuestro organismo. Por eso se recomienda que esta comida sea la más fuerte del día.
Para obtener todos los nutrientes que necesitamos, el desayuno debe ser variado, incluyendo lácteos, cereales o pan y fruta, a ser posible. De esta manera, realizaremos una ingesta equilibrada y de alto valor nutricional.
Al desayunar (bien), permitimos al cuerpo funcionar con eficiencia, y además ponemos en marcha nuestro metabolismo, haciendo que nuestro estado de ánimo mejore, que nuestra capacidad de concentración sea mayor y que nuestro organismo desarrolle correctamente sus funciones.
Evitar el desayuno suponer forzar al cuerpo a estar demasiadas horas sin sustento, lo que hace que lleguemos a la siguiente comida con más hambre, tendiendo a ingerir cantidades más altas de lo recomendable y dificultando la digestión y asimilación de nutrientes.
Además de necesitar un desayuno equilibrado, debemos adaptarlo a nuestro nivel de actividad física y a las necesidades de nuestro organismo, por ejemplo, un desayuno ideal para deportistas se compone de cereales (función energética) + lácteos (función plástica) + frutas (función reguladora). Las embarazadas, por su parte, deberán tomar un desayuno nutritivo y bajo en grasas saturadas y azúcares. De la misma manera, hará falta un desayuno energético para recorrer durante horas las calles de Madrid.
Como veis, en Hotel Regente tenemos clara la importancia del buen desayunar, por eso ofrecemos a nuestros huéspedes un perfecto desayuno, sea cual sea su necesidad. ¡Combina como quieras los elementos y disfruta!
A fin de cuentas… ¡Madrid es una ciudad demasiado interesante como para visitarla con el estómago vacío!