Madrid es una ciudad con un gran bagaje cultural. Sus teatros, sus cines y sus galerías de arte atraen a los amantes de la cultura, que encuentran en la capital las últimas tendencias y vanguardias artísticas y culturales.
Destacan como centros neurálgicos de nuestra ciudad los cafés literarios, que durante los últimos años del sigo XIX y principios del siglo XX reunieron a los personajes más importantes del ámbito cultural de la época.
Estos locales son guardianes de miles de historias vividas por las personas que los frecuentaron, anécdotas que se merecen cientos de artículos como este que comienza. Así que, si quieres abrir boca y saber dónde se reunían escritores como Valle-Inclán o Gómez de la Serna, solo tienes que seguir leyendo este post.
Café Pombo
Situado en la calle Carretas y ya desaparecido, fue uno de los cafés literarios más importantes de la capital.
Cada tarde de sábado, Ramón Gómez de la Serna reunía en su viejo sótano a un grupo de intelectuales y artistas jóvenes y vanguardistas que se encontraban allí entre 1912 y 1937.
Tras la Guerra Civil este icónico lugar se transformó en uno de los miles de “garitos” que llenaron la noche madrileña, hasta que en 1942 se conviertió en una peletería.
Café de Gato Negro
Situada en la calle del Príncipe, 14, junto al teatro de la Comedia, fue famoso por la tertulia del autor Jacinto Benavente, que se rodeó de modernistas, saineteros y actores y actrices del vecino teatro de la Comedia como Nieves Suárez o Juan Bonafé.
Coincidió en este local la tertulia de Benavente y la de Valle-Inclán y el pintor simbolista Julio Romero de Torres, este último conocido por obras como La chiquita piconera o Conchita Triana.
Café Lion d’Or
Ballenas y sirenas cubrían las paredes de este local que pudo presumir de albergar entre sus paredes a intelectuales tan distintos en ideas y en discursos como Primo de Rivera, García Lorca, Alberti o Francisco Ayala.
Cuenta la historia que en el café José Bergamín creó la revista Cruz y Raya, donde colaboraban Cernuda o Neruda y que, en su sótano, llamado Zum Lustigen Walfisch (La ballena alegre), se reunían miembros de La Falange.
Café de las Salesas
Clásico en su decoración, formada por grandes espejos, mesas de mármol, divanes rojos, arañas de cristal y sillas de madera, este local de barrio, íntimo y tranquilo acogía una de las tertulias con más solera de Madrid, la de “los salesianos”, grupo integrado por Augusto Vivero o Francisco Olías.
Aunque muchos de estos cafés ya no existen, el gusto por la cultura que en ellos se respiraba aún perdura en Madrid. Desde Hotel Regente os invitamos a visitar estos lugares, cerrar los ojos, imaginar por unos minutos lo emocionante que debió ser compartir mesa con García Lorca o Valle-Inclán y venir a contárnoslo. ¡Te esperamos!