Amigos invisibles, Papá Noel, Reyes Magos… después de una época llena de gastos en regalos y demás compras, llega el respiro para nuestras carteras, las ansiadas rebajas. Pero, ¿sabes de dónde procede esta tradición? Las rebajas son un invento de los americanos, surgieron durante la famosa “Gran Depresión” que vivió Estados Unidos en 1929 y que hizo que los precios cayesen en picado. Por ello, varias empresas se unieron en una Federación que trató de dar nuevos enfoques a la venta de sus productos e inicialmente creó líneas de crédito a través de las que se ofrecía al cliente la opción de “comprar ahora y pagar más tarde”. A partir de este momento, se revolucionaron las ventas y uno de los empresarios de la Federación tuvo la gran idea de crear unos días concretos en los que dar salida a toda la ropa que no se había vendido durante la temporada ya que se dio cuenta de que era más rentable que dejarla almacenada. Y, gracias a este visionario, hoy podemos disfrutar de importantes descuentos en todas las tiendas de ropa, calzado, complementos… pero cuidado, que las rebajas no te vuelvan loco, sigue nuestros consejos.
Planifica el presupuesto y valora las compras: no hay nada peor que llegar a una tienda sin planificar y con ansias de comprar. Los precios nos pueden hipnotizar y acabar llevándonos hasta prendas que no tiene ningún sentido que adquiramos. Así que, siéntate, mira tus cuentas, ten claro cuánto puedes gastar y a partir de aquí selecciona cuál es la mejor compra, busca, compara y no te lances a la primera de cambio, porque quién sabe, es posible que en la tienda de al lado haya una alternativa más buena, más bonita y más barata.
Verifica los precios y la supuesta rebaja: que no te den gato por liebre, como muchos habréis oído, es habitual que haya tiendas que suban los precios antes de rebajas para luego bajarlos al precio real. Verifica que el precio esté rebajado, mira bien las etiquetas para comprobar que esto es así, si hay cualquier duda consulta en la tienda y, si aun así, no lo ves claro, no olvides que puedes acudir a la Organización de Consumidores y Usuarios OCU donde te asesorarán, informarán y defenderán tus derechos.
No caigas en la trampa con prendas de otra temporada: las normas establecen que los productos deben haber formada parte de la oferta habitual del establecimiento durante al menos un mes y su calidad no puede diferenciarse en nada de la que tenían antes de estar rebajados.
Además de todo lo dicho, es importante tener el ticket de compra para poder reclamar y, por supuesto, no olvides ¡pasarlo bien!