Pedro Almodóvar, La Bola de Cristal, Ágatha Ruiz de la Prada… ¿te suenan estos nombres? Son solo algunos de los protagonistas de la Movida Madrileña, una de las corrientes culturales más importantes en nuestro país de finales del siglo XX y cuya influencia ha llegado a nuestros días. Si quieres saber un poco más sobre este movimiento que supuso una inflexión en la sociedad española sigue leyendo y pregunta ¿Dónde está la Movida?
La Movida Madrileña rompió con cuarenta años de dictadura
Madrid. Corría el año 1977 y se cumplían dos años de la muerte de Franco. Las diferentes culturas juveniles que llegaban a España procedentes de otros países de Europa empezaron a formar parte de la liberación ideológica y cultural que surgió con el cambio de régimen, y que eclosionó dos años después en un concierto homenaje a José Enrique Cano Leal, el batería del grupo Tos. En ese concierto actuaron grupos como Alaska y los Pegamoides, Los Rebeldes o Nacha Pop y supuso el inicio de la Movida.
Pero su momento cumbre no llegaría hasta 1981, cuando más de 15.000 personas asistieron a “El Concierto de Primavera”, un festival de más de ocho horas de duración organizado por los alumnos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid junto a Klub y en el que actuaron Los Secretos, Nacha Pop, Farenheit 451, Flash Strato, entre otros.
Este movimiento contracultural nacido en Madrid se extendió muy pronto por el resto de España, convirtiéndose en un fenómeno sociológico que se apoyó en un movimiento político que tomó la Movida Madrileña como un intento de mejorar una imagen dañada por cuarenta años de régimen siendo Enrique Tierno Galván, el alcalde de Madrid, su mayor exponente.
La Movida Madrileña, conocida nacional e internacionalmente
Música, cine, literatura, prensa, editoriales, televisión, moda, fotografía… no hubo rama cultural que no se viera arrastrada por la enorme influencia de los integrantes de la Movida Madrileña, que fue considerada como una explosión de creatividad que proclamaba la libertad a través de la música punk y rock y una estética exagerada marcada por la purpurina, los maquillajes recargados, peinados imposibles sostenidos a base de laca y chaquetas de cuero adornadas de tachuelas y pinchos.
Hoy en día en Madrid aún quedan vestigios de aquella Edad de Oro de la cultura alternativa española que finalizó en 1985. Un paseo por el barrio de Malasaña es un viaje en el tiempo a los mejores años de El Pentagrama, el bar de copas por excelencia de La Movida madrileña, Madrid Me Mata, un bar-museo de 200 metros donde se pueden ver objetos y recuerdos donados por los artistas más importantes de La Movida, o La Vía Láctea, famosa por los DJ’s que pinchaban discos difíciles de encontrar en España por aquellos años.
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