Miles de personas recorren Madrid cada día. Muchas de ellas no se percatan de su presencia. Otras están tan acostumbradas a verlas que son solo unos vecinos más. Para otros, son el punto de la ciudad que sirve como referencia para hacer una “quedada”. Nos referimos a las estatuas que adornan el suelo y el cielo de Madrid y que esconden historias y curiosidades que merece la pena conocer. ¿Nos acompañas?
El Fénix
Es, probablemente, una de las imágenes más representadas en Madrid. Estas bellísimas figuras identificaban los inmuebles de La Unión – El Fénix Español, una empresa ya desaparecida pero que, en plena expansión, llenó el cielo de Madrid de estas esculturas que encarnaban a un joven montado en un Fénix. Una de esas tallas se puede ver desde una de nuestras habitaciones, ya que corona el edificio Madrid París, en el número 32 de la Gran Vía.
El Ángel Caído. Parque del Retiro (a 20 minutos del Hotel Regente)
Realizada por Ricardo Belver a petición del rey Alfonso XII, este Monumento al Ángel Caído es único en Europa. Ubicada en el mismo terreno donde estaba emplazada la Ermita de San Antonio, esta terrorífica figura tiene escondidos en su superficie un juego de tres seises bastante difíciles de encontrar. Además, como curiosidad os diremos que está situada a 666 metros sobre el nivel de mar ¿Simple casualidad?
Estatua de Federico García Lorca. Plaza de Santa Ana (a 10 minutos de Hotel Regente)
El poeta español más influyente de la literatura española del siglo pasado observa el caminar de los madrileños y de los turistas desde un lugar privilegiado en la Plaza de Santa Ana, en el Barrio de las Letras, el espíritu cultural de Madrid. Allí sostiene en sus manos una alondra a punto de echar a volar en dirección al Teatro Español.
Esculturas de ciudadanos anónimos
No son ilustres escritores, figuras mitológicas o personalidades de la historia, pero son tan importantes, o más, que ellos. Repartidas por toda la capital hay tallas a pie de calle que representan a barrenderos, faroleros, vendedores de cupones, estudiantes o jubilados en actitudes cotidianas, tan reales, que muchas veces se confunden en el ir y venir diario de las gentes que habitan Madrid. Un precioso homenaje de la ciudad a esas personas desconocidas que dan vida y sentido a la ciudad.
Estas son solo algunas de las esculturas que velan día y noche por los madrileños, pero hay muchas más: la Minerva del Círculo de Bellas Artes, el Oso y el Madroño o la Mariblanca también vigilan los pasos de propios y extraños para que disfruten de la ciudad. Pasea por Madrid para conocerlas todas y luego ven a Hotel Regente para contarnos cuál es tu preferida. ¡Te esperamos!