Si hay algo que caracteriza a Madrid es su amplia oferta gastronómica, apta para todos los bolsillos y todos los gustos.
En los últimos años se han abierto en la capital muchos restaurantes que se adaptan a las diferentes culturas de los visitantes que vienen a Madrid a pasar unos días. Salones japoneses, turcos, coreanos, fusiones entre diferentes tipos de comida… hay de todo y para todos. Pero, lo que no sabe mucha gente, es que en Madrid no solo hay restaurantes nuevos que siguen las últimas modas culinarias, sino que también alberga el restaurante Sobrino de Botín, el restaurante más antiguo del mundo.
Sobrino de Botín, incluido en el Libro Guinness de los Récords
Ubicado en la castiza calle Cuchilleros, muy cerca de la Plaza Mayor, las puertas de Hostería Botín, como se llamaba originalmente, fueron abiertas en el año 1725 por Jean Botín y su esposa. La fama de esta posada con horno de leña, a la que los clientes llevaban su propia comida para asarla, creció muy rápidamente y pronto se convirtió en uno de los restaurantes favoritos de artistas como Goya, de quien se dice que estuvo trabajando en sus cocinas en 1765, o escritores como Gómez de la Serna, Hemingway o Truman Capote.
Al morir Jean Botín sin descendencia Cándido Remis, uno sus sobrinos, se hizo cargo del local, que en 1930 fue traspasado a los González Martín, familia que lo dirige actualmente.
Sobrino de Botín, protagonista de la historia de Madrid
Con más de 290 años de historia, sus paredes han sido testigos de los más importantes eventos acaecidos en la capital.
Durante todo ese tiempo ha mantenido sus puertas abiertas, incluso durante la Guerra Civil. Es más, dicha contienda dejó su huella en uno de sus balcones y, hoy en día, aún pueden observarse los daños que las balas causaron en el enrejado, doblado desde entonces.
Casi 300 años después, Sobrino de Botín funciona a pleno rendimiento
A diferencia de otros locales que no han sabido llevar bien el paso de los años, Sobrino de Botín ha demostrado saber adaptarse al devenir de las modas culinarias. En sus instalaciones, que ocupan cuatro plantas del edificio en el que se encuentran, y que se caracterizan por suelos de mármol en blanco y negro y por las piezas de arte antiguo que decoran sus paredes, trabajan más 70 personas y se distingue por sus platos de cocina castellana y madrileña, muy apreciados por los comensales.
Sobrino de Botín se encuentra muy cerca de Hotel Regente, a tan solo 10 minutos de agradable paseo. Si te alojas con nosotros ya no tienes excusa para visitar un trocito de historia de nuestra ciudad, mientras saboreas uno de sus magníficos platos. ¡Que aproveche!