¿Quién no conoce clásicos de nuestra gastronomía como la tortilla de patatas o la paella? Prácticamente todo el mundo. Sin embargo, hay una pequeña parte de la comida de nuestro país muy típica de Madrid, menos conocida y solo apto para paladares valientes. Hablamos de la casquería cuando se trata de platos compuestos principalmente por vísceras de animales. A primera vista, puede originar cierto rechazo devorar orejas o lengua. Pero que este dato no te eche para atrás: ¡su sabor te sorprenderá! ¿Quieres saber cuáles son los platos de casquería que debes probar en tu visita a Madrid?
Callos a la madrileña
Uno de los buques insignia de la gastronomía madrileña, ¡y uno de los más conocidos! Su principal ingrediente es la tripa de vaca o cerdo, acompañado de embutido como chorizo o morcilla y de una salsa deliciosa incluso para quiénes les da grima comer tripas. ¡Es imprescindible hacerse una barra de pan para mojar después! Por algo es uno de esos platos que sobreviven al paso de los siglos (la receta originaria data de 1599), ¡por algo será!
Oreja a la plancha
Quizás nunca hasta ahora te has planteado que la oreja del cerdo se podía comer. Eso es porque nunca has probado la oreja de la plancha, uno de los imprescindibles de los restaurantes madrileños “de toda la vida”. Si se cocina bien, queda doradita y con una textura crujiente que la hace irresistible. De hecho, si no te has iniciado en la casquería, te recomendamos empezar por aquí: la oreja gusta incluso a los no devotos. Así que ya sabes: busca uno de esos restaurantes de barrio, pide una ración, ¡y descubrirás que la mejor cocina no siempre es la más pretendidamente cool!
Gallinejas y entresijos
Sin duda, los dos platos más típicos de las fiestas de San Isidro. Al contrario que los dos platos anteriores, estas delicias solo se pueden encontrar en restaurantes muy castizos, de esos que solo los lugareños de cada barrio te sabrán indicar. Las gallinejas son una mezcla del intestino delgado y del mesenterio del cordero, mientras que los entresijos son el mesenterio en sí mismo. Suelen cocinarse juntas, y en su propia grasa. Además, tienen un olor muy fuerte y característico. Hablamos de un plato muy particular y que no deja indiferente a nadie: o lo odias o lo amas con toda tu alma. En todo caso, ¿por qué no te animas a probarlo?
Mollejas
Aunque cada vez se cocinan menos, durante años fue uno de los pilares del menú de cada casa. Hay dos tipos de mollejas: de ave o de ternera. Las de ave son la última bolsa del estómago, mientras que las de ternera sería el timo (una glándula situada entre el pecho y la tráquea). Pueden cocinarse de muchas maneras: a la plancha, fritas, asadas o incluso al horno. De todas las maneras, ¡están deliciosas!
Hotel Regente está rodeado de todo tipo de restaurantes, incluidos establecimientos castizos y de toda la vida donde podrás encontrar los mejores bocados de casquería. Te sugerimos que, a pesar de que al principio puedan darte algo de repelús, des una oportunidad a estos platos. Abre tu mente, ¡y déjate sorprender! Pregunta a nuestros recepcionistas por los mejores sitios, ¡y planea tu tour “casqueril”!