Cuando piensas en museos de Madrid, seguramente se te vendrán a la mente los típicos: el Prado, el Reina Sofía, el Thyssen… Sin embargo, en nuestra ciudad puedes encontrar algunos museos más pequeños y no tan conocidos. No son los de siempre, los que aparecen en las guías de turismo ni verás largas colas de turistas en sus puertas. Pero sin duda, son joyas que bien merecen una visita, ¡te sorprenderán!
Museo Sorolla
Un museo pequeño, pero con un encanto especial. Hablamos de la que fue la residencia y taller del pintor Martín Sorolla. Aparte de contener algunas de las obras más importantes del artista, destaca el coqueto jardín: una preciosidad que acaparará todos tus selfies del día.
Museo Cerralbo
Este museo alberga la colección privada de arte del noble Enrique de Aguilera y Gamboa, XVII Marqués de Cerralbo y conocido por ser uno de los coleccionistas más activos de su época. Cuando falleció, dejó todas sus obras y su espectacular palacete al Estado. La colección es gigante: podemos encontrar piezas como cuadros, armas, esculturas, mobiliario o relojes. Los amantes del arte podrán pasar una mañana estupenda entre sus muros.
Museo Lázaro Galdiano
Se encuentra en el Palacio Parque Florido, que fue la residencia del coleccionista y humanista José Lázaro Galdiano. A principios del siglo XX fue escenarios de elegantes fiestas y cocktails que recibían a lo más selecto de la sociedad de la época. Lázaro Galdiano fue un gran coleccionista de arte, capaz de viajar a destinos tan lejanos como Nueva York para hacerse con alguna pieza deseada. En total, llegó a recopilar unas 12.600 obras. Al igual que el Marqués de Cerralbo, legó sus posesiones al Estado al morir. En su visita, destaca su deslumbrante Cámara del Tesoro, con una de las colecciones europeas más importantes de platería civil y joyas.
Museo del Romanticismo
Si hay un lugar que recree con fidelidad una época de esplendor como el de la alta burguesía durante el Romanticismo, es el museo que le da nombre. Hablamos de una casa museo ubicado en un antiguo palacete neoclásico, que contrasta con el ambiente bohemio y alternativo del barrio donde se encuentra: Malasaña. Destaca el salón de baile, con todos los elementos que aman los fans del lujo: paredes forradas en oro, lámparas de araña, grandes espejos… Y si hace buen tiempo, tienen un pequeño restaurante en su jardín, ideal para merendar o picar algo rodeados de vegetación y belleza.
Museo de la Historia de Madrid
Si eres un fanático de la Historia, no puedes dejar pasar este museo ubicado en plena Calle Fuencarral. En él, se nos explica los grandes acontecimientos y la evolución de nuestra ciudad. En las exposiciones se pueden encontrar pinturas, fotografías históricas, esculturas, armas, monedas y elementos decorativos entre otros numerosos objetos.
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