Continuando con nuestro gusto por el dulce, y después de hablar de los mejores churros y chocolates de Madrid, hoy os proponemos un pequeño tour por algunas de las pastelerías que más tiempo llevan con nosotros y en las que podréis disfrutar de una dulce y sabrosa tarde de turismo por la capital.
Entre las más conocidas está La Mallorquina (Calle Mayor, 2)
La pastelería más mítica de Madrid, en plena Puerta del Sol. ¿Quién no se ha parado delante de las vitrinas de su escaparate y ha fantaseado con probar todos sus dulces?
Fundada en 1894 por tres socios de origen mallorquín, al principio estaba en la calle Jacometrezo. En las horas más concurridas, es un espectáculo ver a los dependientes en plena faena despachando sus dulces a turistas y clientes de toda la vida.
Otra de las pastelerías más típicas y características de Madrid es La Duquesita en la calle Fernando VI, 2.
Abierta en Madrid desde 1914, en los años 30, la familia Santamaría recogería el testigo y la mantendría abierta hasta 2015, año en el que llega su inevitable cierre. Tan solo 6 meses después, Oriol Balaguer sorprende anunciando que reabrirá la pastelería respetando gran parte del local y manteniendo la tradición del negocio. Entre sus productos más consumidos destacan sus palmeras, los croissants, el roscón de Reyes o su premiado Panettone.
Por último, queremos recomendaros la L’hardy en Carrera de S. Jerónimo, 8. Un lugar único y muy especial donde disfrutarás no solo de una rica merienda, sino que podrás disfrutar de su decoración castiza.
La L´hardy fue fundada por el francés Emilio Huguenin Lhardy en 1839, cuando abrió lo hizo como pastelería, pero poco a poco fue incorporando comidas y servicios de catering de alto nivel a la alta sociedad madrileña. Es también tienda gourmet y uno de los restaurantes más antiguos de la capital. Son famosos sus desayunos y meriendas, en las que no pueden faltar las pastas. Su caldo es famoso tanto por su sabor como por calentarnos en el típico día de invierno. En sus mesas se ha gestado parte de la historia política y literaria de este país y, según la Biblioteca Nacional, fue el primer lugar donde las mujeres podían ir solas sin sus maridos.
Seguro que alguna de las pastelerías que te hemos propuesto te ha llamado la atención y te ha abierto un poco el apetito. ¿Te vas a quedar sin probarlas?
Si quieres disfrutar de este y muchos otros placeres que te ofrece Madrid, no te lo pienses más y haz tu reserva en Hotel Regente.